ET DIXI: NUNC COEPI.

30.6.11

En silencio.

Va jugando a ser una enamorada, replicando palabras de amor que lee, o que escucha vagas en libros de adolescentes y canciones tontas, acabadas. Intentando plasmar lo que siente, haciendo que se magnifique a bonito, real, cierto, poco circunstancial. Y quizá lo sea. Quizá todas las palabras copiadas de algunos más grandes sean más sensatas que ponerse a escribir unas propias que terminen no diciendo cuerdamente nada. Pero me da igual la sensatez, me da igual si está enamorada, si es real o si, por una casualidad, volvemos a que no es nada. Después de nadar en palabras y pensamientos, que son sinceros, que son mejores, que no son suyos, que son más míos, tal vez más nuestros, después no quiero oir copias baratas de poetas modernos.

27.6.11

Ellos.

No dejo de repetírmelo. Se acabó. Se acabó. Se ha terminado. Es un adiós. Es un vamos hacia delante, dejemos de mirar atrás. Lo que antes parecía tan lejano, y ahora está aquí. Es una despedida. Un ya nada volverá a ser como antes, y no sé decir hasta que punto es eso soportable. El hombre es un animal de costumbres, y las nuestras eran demasiado geniales.

Echaré de menos tantas cosas. A tanta gente. La rutina con toda esa gente. Cada mañana, cada clase, cada intercambio, cada risa, sí, sobre todo cada risa. Cada pique, cada grito, cada enfado tonto. Cada una de las tonterías que se iba sucediendo una tras otra, y haciéndose parte de nosotros. Cada película, cada cerveza, cada banco. Cada momento inundado por una guitarra y unas voces, y cada silencio de admiración. Cada ilusión compartida, y cada decepción. Cada lágrima derramada injustificadamente. Cada casa, cada fiesta, cada momento de pura celebración. Cada idea absurda. Cada chupito, cada baile. Cada autismo por BB. Cada recorrido Taberna, Facebar, Mantua, Mombasa. A cada uno de nosotros, y estar todos a la vez. Cada pequeño detalle que siempre será nuestro.

Nombres. Nombres porque es lo que somos. Carmen. Manuela. Ferny. Betan. Pablo. Fran. Julio. Edu. Paola. Jose Carlos. Eli. Rocío. Capela. Sara, que también quiero que seas toda nuestra.

No sé hasta donde llegaré sin todos vosotros cerca, porque sin daros cuenta me habéis dado muchísimo, y habéis hecho que os necesite. Ser dependiente de esta pandilla, es lo mejor de estos dos años sin lugar a dudas. Lamento que se hayan ido tan rápido, y como buena fan de Harry Potter, si tuviera un giratiempos, volvería a empezar de nuevo, sin cambiar absolutamente nada. Pero bueno, solo puedo daros las gracias. Por todo lo que hemos vivido juntos, y todo lo que no puedo evitar creer que nos queda por vivir...












25.6.11

Don't you know that is just you?

Si lo cura todo, yo solo quiero que lo cambie, también todo.


Una espera amena, un no tengo que esperar.
Un si me canso que vengas, si no me canso que vuelvas igual.
Lo blanco que es negro con esos vestigios de gris.
Aunque si te dan a elegir da lo mismo que claro, que oscuro, que a medio matiz.

No es ni eterno ni extraño.
Es presente, ordinario, punzante, ardiente, ansioso...



Hace tiempo perdí la paciencia, no se si la oportunidad. Aunque sospecho que se dieron la mano para juntas terminar todo lo que apenas un día pudiera ser potencial. Trato de esforzarme, darle tiempo al tiempo, creer que si tiene que volver, volverá, que si no vuelve no importará, pero que el retraso es solo cosa de la garantía de nunca caducidad. Si jugando como niños dijeramos capaz, a cálculo bidireccional... Fácil no saber nunca que pensar. Bonito dejar el cauce a la suerte del sino una y otra vez. El error de saber no elegir. Camino de final incierto que absurdamente vamos dibujando como si estuviera ya hecho. Destino le decimos, ¿qué destino? Si esto fuera una película quizá entonces las cosas pasaran como se piensan. Si cada punto y final no estuviera, y si recaer sobre ellos fuera algo que nunca ocurriera. Decir adiós porque nos da la gana y cruzar el mundo en rutas opuestas, no planificadas. ¿Había elongación máxima? Me hubiera gustado seguir aún sin completar la distancia, jugar a hacer amagos de llegar sin nunca estar tan cerca como para salir disparados, cada uno a un lado. Pero eso solo es el pánico. El pánico a que de verdad nunca, nunca jamás, suceda. No me gusta tentar a la suerte, a pesar de ser consciente de que el resultado siempre será el se quiera o no se quiera, si que se espera.



La verdad, traicionera. Si no la sabes la imaginas, si la sabes, buena o mala, no cambia practicamente nada. Porque es tarde. Porque siempre estuvo abocada...

Buena suerte. Buen viaje. Hasta nunca. O hasta que se me pase.




 









De título pondría un punto.

De verdad, de verdad que me gustaría estar inspirada para escribir sobre tantas cosas que de repente no llegaban, han venido y se han ido. Pero tengo esa sensación de desorden profundo. De caos absoluto. Incapacidad total de ordenar ideas o de entender algo.

Primero que si me fui, allí lejos, un tanto perdida, un tanto tranquila. Albufeira, ellas, cachimba, playa y música en todo momento. Risas. Risas como hacia mucho que no tenía. En cada rincón una tontería, cada frase una historia, cada baile pura alegría. Después dejo de ser allí, empezo a ser aquí. De nuevo aquí, aunque nunca se me había olvidado lo que era esto. Bienvenidos al mundo de la nota, el resultado, la elección equivocada. La duda constante y el futuro que parece atragantarse. Sabiendo que todo eso nunca dejará de ser lo de menos. Lo de más es identificable de otra forma. Lo de más hace llorar.

Llorar por lo que no puede ser. Por cerrar caminos que van en todos los sentidos. Por haber perdido. Por quedarte en la comodidad de la esperanza de mentira. Que si mientras sale el sol, pisando la arena, las olas vienen y van acariciando lo que tu les dejas, permite a tus lágrimas fundirse con ellas. Que tal vez así cicatricen más rápido de lo que esperas. Que si se zanjan las cosas ya no se quedan veredas abiertas. Que si no quieres te aguantes, porque no hay más que lo que queda.

Esto de ahora es miedo. Es un no me lo puedo creer. Es un no sirve para nada. Es el verde que se degrada. Es un no enteder que es lo que pasa. La verdad que es más caótica que la suposición. La distancia que de cerca parece de lejos y de lejos mejor ni preguntarnos por ella. Que si yo, que si tú, que si ellos, que si nosotros. Cambio. Cambio y corto.

Y porque no quiero decir nada. Porque quiero quedarme callada. Porque que efímera la realidad si uno le saca las conclusiones sensatas... Que la frase es nada de nada, y la canción un Jude, don´t make it bad, un don't you know that is just you. Ahora, mañana, pasado, el otro, en cinco años, en veinte... 


Si es que ahora me quedo pillada.

16.6.11

Doble ración de realidad común.

Es curioso que de esa canción un tanto absurda de Estopa y Rosario Flores, el run run, haya una frase que consiga decirme tanto. Es que me resulta tan cierta. Es como si vaticinara todo lo que intentas eludir. Estás intentando huir a un mundo paralelo, la escuchas e inmediatamente necesitas volver a la realidad. Al fin al cabo es lo que hay. Afligirte. Sufrir. Encerrarte en lo que pasa ahí fuera. Afrontar. Si bien es mejor y recomendable pensar siempre en verde, a mi me encanta el negro. ¿Qué? Se puede ser feliz a oscuras, ¿ no?

"Doble ración de realidad común".

10.6.11

Algo anónimo y absolutamente vacío.

Había estado pensando toda la noche. Todas las noches a decir verdad, pero esta fue demasiado intensa. Fustigarse había dejado de ser divertido. ¿De dónde sacaría la idea absurda de que era feliz siendo infeliz? Lo peor es que volvería a caer en esa clase de teorías. Reconfortaban de sobre manera. Eran como una forma un tanto filosófica de justificarse ante el mundo. Si es que tan inculcada tenía las ideas y pensamientos, esos tan raros, extraños, tontos, oscuros, cínicos, graciosos, siniestros, dolorosos, contradictorios, que podía escribirlos, hablarlos, gritarlos sin pensar. Había dejado de hacer falta razonarlos, incluso sentirlos, para contar de forma alguna lo que una vez había de notar como parte de sí, pero que ya no era tanto. Que podría volver a serlo, porque era toda una sorpresa el hecho de ser ella, pero que ahora no era. A lo mejor nunca habíado sido, pero volvería a serlo. Y todo ese cúmulo de ser y no ser, era, entero, una pena. Una lástima esto de no tener nunca las ideas claras. Esa locura que solo puede acarrear alguien que se considera loco. Ese caos que viene ímplicito, pero solo para sí, consigo. Es que una vez que le has tomado cariño, lo ordenado, lo correcto, lo limpio ya nunca vuelven a ser lo mismo. Sería volver de la aventura y aventurarse demasiado en la realidad. Eso sí que es locura.


Para ser sincera, sólo tenía ganas de decir algo bonito, algo como un te quiero mucho más de lo que imagino. Algo anónimo y absolutamente vacío.

9.6.11

Se juega la vida siempre en causas perdidas.

-No, claro que no.

-Vale.






"Se le nota en la voz, por dentro es de colores, y le sobra el valor que le falta a mis noches, y se juega la vida siempre en causas perdidas... Ojalá que me la encuentre ya entre tantas flores. Ojalá que se llame Amapola, que me coja la mano y me diga que sola no comprende la vida, no, y que me pida, más, más, más, dame más, y que me pida... Es capaz de nadar en el mar más profundo, igual que un superhéroe de salvar al mundo. Donde rompen las olas salva una caracola. Ojalá que me despierte y no busque razones. Ojalá que empezara de cero y poderle decir que he pasado la vida sin saber que la espero, no, sin que me pida más, más, más, dame más, si te vas... Me quedo en esta calle sin salida, sin salida, que este bar está cansado ya de despedidas, de despedidas. Como un extraterrestre se posa en el suelo y me ofrece regalos que trae de otros cielos, le regalo una piedra recuerdo de la Tierra. Me pregunto por qué el hombre inventó la guerra, y en silencio pregunto entre cosas más serias, yo me pongo palote solo con que me toque. ¿Dónde vamos tan deprisa? me pregunta su sonrisa. Si tú quieres tengo el plan: contaminar... Salga que salga el sol, por donde salga el sol, que no me da, y llegar hasta tu corazón. Salga que salga el sol, por donde salga el sol. Si te vas... Si esta tarde, no he venido, es que habido un impedimento. Me llevaron detenido para hacer un declaramiento. He robado, he mentido y he matado también el tiempo, y he buscado lo prohibido por tener buenos alimentos, y es que la realidad que necesito se ha ido detrás de ese culito que delante de mi se paró por fin, un día con una noche oscura, y esperando por ver si saliera la luna. Déjate querer, dímelo otra vez. Una dia con una noche oscura, y esperando por ver si saliera la luna. Quédate, muy cerca de mí, y así, dulce madrugada. Mírame, vuelve a sonreir, que si no, yo, no comprendo nada..."

Extremoduro.

8.6.11

Wood.

El viento que corre através de la ventana, en estos días en los que el calor quiere ser frío. Ese viento que ataca a tu pelo, balanceándolo con suavidad a ratos, con brusquedad después, cual ritmo que se hace más intenso, que quiere ir más allá. La piel que acompaña al miedo que no es miedo, que tersa y tierna va viendo erizar a cada vello que surge de ella. Después,tu mente perdida recobra ese sentido que durante un rato halló escondido.

-Hola.

-Hola, querida.

-¿Cuánto tiempo..?

-¿Qué importa?

-Ya, bueno, tienes razón.

-¿Has estado bien?

-Supongo que sí.

-¿Confusa?

-Como siempre.

-¿Qué es esta actitud de pasotismo conformista? Nunca habías vuelvo tan así.

-No, no quieras engañarte. He vuelvo así, continuamente, desde hace tiempo.

-Puede que sea yo, incapaz de aceptar que ya no te alivie el perderte.

-Sí, decididamente eres tú, pero no quiero que dejes de sonreir, o de ser feliz, como siempre lo has sido, como te recuerdo. No sientas pena por mí, que eso es lo único que no ha de merecerte, valga la redundancia, la pena.

-No puedes pedirme eso. Te he visto crecer, madurar, sentir, llorar, reír, disfrutar, pensar, sufrir, luchar, abandonar, o continuar. Fiel compañera. Soy tú, y no puedes pedirme que te deje cuando no te hundes más porque no queda suelo.

-Exageras.

-No.

-Al menos ahora estamos sonriendo las dos.

-Y cambias de tema...

6.6.11

Me gustas cuando callas porque estás como ausente.

A veces quiero abandonarte, alejarme, perderte y perderme, salvarme.

Otras me resigno a quedarme aquí, pensando y seguramente haciendo eso de darte lo que me pidas, cuando me lo pidas. Si mis trastornos bipolares afectan a ese hecho, en el computo final ni si quiera se pueden calificar con alguna repercusión, pues estoy aquí.

Siempre aquí. De pie, sentada, paciente o impaciente, inquieta, nerviosa e incluso, callada. Esperando a que vuelvas, a que nunca te vayas, o a que te pierdas en el horizonte, donde no me haga falta la propia voluntad y ya no importes. Mientras puedo seguir vagando, vagándote. Allí, allá, para lo que puedas necesitar, y si te miento y te digo que no estoy, que me voy o que ya me he ido, no seas tan ingenuo de creerme, que ni a ti pienso que eso pueda satisfacerte.

Si he de pedirte algo, no serán más que palabras, suficientes hasta para no tener ni que volver la cara, asegúrame que no es todo una locura, que no es solo cosa mía, que algo importo, que incluso a veces dejas que llegue a volverte loco, solo en algún momento de debilidad... Que si no es así ya no puedo seguir, que más mentiras de que me voy para no volver no gano para mantener. Mi ímpetu y mi fuerza se van si son tus ojos los que miran, juzgan, condenan y traspasan impasibles.

Que he perdido ni que decirmelo tienes, que me vaya solo pídemelo, que quedarme ni te darás cuenta que me quedo. Pero no me pidas que me quede, que se que no quieres. Pero no me pidas que me aleje, que sabes que no es que no quiera querer, es que no puedo poder. Que si esto es la guerra ya la hemos perdido y seguir con batallas es malgastar munición, el placer de la destrucción, que se destruye en la tregua, como si la ilusión de calma te calmara. Nadie te ha pedido que te sientas culpable, y se que no lo puedes decir, y se que una firma blanca de ganas de indiferencia no borra lo negro de la complicidad oscura que odia, que quiere, que rasga, que hiere.


Días atrás...

Es porque todo se desmorona.

¿Cómo te imaginas el fin del mundo? Yo lo veo con ese derrumbamiento tan de película, todo destruyéndose y destruyendo, cayéndose y haciendo caer todo cuanto está a su alrededor.

Y ahora simplemente, veo mi mundo así.

Todo fuera de lugar, desordenándose, y alejandome, quitandome mi espacio, perdiéndome en el camino. Si algo me hacía sentir aquí, ahora se ha desvanecido, y con ello la comodidad, y con ello mi sitio, mi lugar.

Ya no hay cuerdas, vuelvo a ser libre y en busca y captura de ese algo más.


Días atrás, ahora, ya ni veo ni dejo de ver.

4.6.11

Es como no tener sentido, ¡A la mierda!, fue lo único que dijo.

No tengo ganas de escribir,
nada que hablar
o que decir.
Mentira tal vez,
mucho para redimir.
¿Pena? ¿tristeza?
¿lágrimas? o ¿dolor?,
están demasiado aquí.
Adiós.
Adiós.
Escapo, es real,
me voy una vez más.
Volverás.
Es tarde para eso,
y menos mal.
Adiós.
Adiós.
¿Hacia donde crees
debo caminar?
Lejos, con sentido,
sin sentido.
Rumbo más bien perdido.
Adiós.
Adiós.

Adiós.
Adiós.



Adiós.
Adiós.





Adiós.
Adiós.







Adiós.
Adiós.











Adiós.
Adiós.
¿Qué nos separa?,
gritaba desde el abismo.
Circunstancias.
Sonrió.
Adiós.
Definitivamente, adiós.

1.6.11

Como si pudieras huir.

Empiezo a sentirme profundamente agobiada. Hay una palabra, y digo palabra de forma arbitraria, pero el hecho en sí también, que me persigue. Me sigue por todas partes, no logro escapar de ninguna forma. Tal vez sorprenda leerlo. Sin embargo, es tan constante, pesada, siniestra y cruel. Es injusta. Su prisión es un palacio. Una trampa. Estás cómoda la mayor parte del tiempo. Toda esa arquitectura que mezcla cualquier estilo imaginable haciéndolo inimaginable. Esos colores. Esos brillos. Esa dulzura tan amarga... Después, abrumada decides salir del palacio. ¿No está un poco alto? Infinitas escaleras de caracol, con escalones tan pequeños, sin distancia suficiente. Bajas. ¿Qué es esto? Suelo firme. Enormes murallas verdes con huecos y recobecos por los que quizá se podría pasear, o al menos eso te da por pensar. Y paseas, y paseas. Y te alejas. Y te pierdes. Miras hacia atrás, y lo ves en todo su esplendor. Un esplendor que aterra. Lo tienes claro: lo único que necesitas es escapar. Correr. Huir. Ser libre. Llámalo como quieras, pero vete. Lárgate. Un momento, ¿cómo? Sigue caminando ahora que lo ves claro. Ahora que tienes un destino. Por fin, el final del camino. Se va haciendo estrecho, se va volviendo oscuro. Entras. Continuas. No dejas de caminar. De repente, esa luz. ¿Libertad? Cuánta belleza. Todo es tan familiar... El color, ese brillo, lo amargo de esa dulzura. Y lo ves. Tu rincón. Las cenizas. La pena. El dolor. La fascinación...

Y te escondes en tu cama de sábanas de seda,
cómoda, prisionera.


Hablaba de una palabra. La locura que acarrea es tan tenaz.
Bucle.