ET DIXI: NUNC COEPI.

31.10.11

¿?

Como me gusta cometer los mismos errores, se dijo a sí misma, cuando me doy cuenta, he caído. Esa verborrea compulsiva. Esa sonrisa de tonta. Aún a sabiendas de que lo mejor es quedarse callada, que el silencio nunca estropea nada, soy incapaz de no pronunciar palabra. Será absurdo, pero ha pasado tantas veces que mentarlo, hace que sea falso. Ojalá tuviera la capacidad de no arañarlo, pero esos rasguños soy yo, y todo lo que me he inventado. No sé a que estoy jugando. A hacer de algo bonito, algo extraño. No sé a que estoy jugando. A hacer de tonterías realidades de mentira. Se me escapa de las manos, será que nunca lo he agarrado. Sostén fuerte mi cabeza, y dale al pause de mi imaginación. Anula las esperanzas, y asimila que los sueños, sueños son. Repites trabalenguas absurdos, que nunca traban de verdad, tú sigues siendo (in)capaz. ¿A qué juegas? ¿A tabús de mentira y obsesiones compulsivas?

Seguía su discurso. ¿Sabes cuál es el problema? No sé estar parada y ser feliz como cualquiera. Me encanta hacer de lo sencillo una construcción difícil. Llegar a paradojas que no sean otra cosa que imposibles. Esto me pasa por no hacer guías, no hacer planos, y dejarme a mi mente el juego de ir al grano. Construyó laberintos para perderme en ellos. ¿Para qué quiero caminos si luego les gusta esconderse y hacerme perder el sentido?

Está bien. No, no lo sé. Querer o no querer. Poder o no poder. Que dependa de ti, o que no tenga nada que ver. Que emborrones lo puro con esa necedad demasié. ¿A qué estás jugando? ¿A romper platos, esconder piedras y tirar manos?

La cordura nunca fue su fuerte, pero uno se agobia, cuando la locura no se evapora, solo se transforma.





26.10.11

Wandering.

¿Por qué sigues haciéndote la dura? No lo sé, supongo que no considero pertinente retractarme, ya no. Culpa de uno, culpa de otro, al fin y al cabo, el tiempo es tiempo y lo cura todo. Hay cosas que tienen tantos añicos que siempre tendrán grietas, y cosas que aún recomponiéndose perfectas vuelven a caer una y mil veces, pero las peores son las agrietadas que vuelven y vuelven a romperse. ¿Qué más da? Eso no justifica ningún patrón de conducta. ¿Quieres evitar nuevas caídas?[...] Veo venir nuevas caídas, no voy a malgastar tiempo. Y por eso, simplemente, prefieres consumirte por dentro. No me consumo, estoy bien, estoy mejor. Lo siento, pero me hartan tus tonterías. ¿Crees que tus negaciones producen algún efecto sobre mis certezas? No quiero producir efectos, sois tú y tus tonterías las que me hartan a mi. Siempre queriendo hacerme daño, siempre rumiando ideas absurdas. Podrías parar alguna vez. No querer echar de menos, ni querer echar de más. Podrías estabilizarte y dejarme vivir tranquila, y no pagar conmigo lo que a ti te reconcome. Vamos querida, ¿ahora soy yo culpable? Qué sencillo darle la vuelta a la situación cuando se trata de nosotros dos. Esto ni es cosa nuestra, ni es decisión tuya. Esto es así, tú solo tienes que aceptarlo. A ti puede que consigas engañarte, pero conmigo no tienes nada que hacer.


22.10.11

Qué bonito.

Lo sencillo aburre, es insoportable. Lo fácil y cómodo, todo lo que conlleve una estabilidad, me desequilibra. O puede que ya esté desequilibrada, pero es inevitable, necesito combatir la inestabilidad con más caos. Algo que me gusta, me encanta, me alucina e incluso a veces, me hace feliz. Tan feliz como desdichada. Tantas risas como lágrimas. De repente, en medio de la locura aparece un equilibrio que estaba escondido, y todo lo que parecía negro se aclara para volverse del color que menos esperabas. Las quejas huyen y ese halo de alegría te invade haciendo torrencial la sensación de estar, dicho de forma sencilla, genial. Luego, el negro vuelve al negro, y todo está tremendamente mal, pero es lo bonito de este ciclo de necedad.

Hay un placer tan curioso en el hecho de pasarlo mal, que a veces no se me ocurre dejar de sufrir altruistamente.


17.10.11

Bradshaw.

Hablaría de algo nuevo, pero este rincón mental es crónico, y no se si eso se puede dejar. Me preocupo. Me agobio. Me detesto. Me odio. A la vez, me da todo igual. Pienso. Hablo. Me da pena, y aún no me callo.

Sex and the City, segundo final de Bradshaw y Big, a pesar de lo eterno de lo suyo, y una Carry desquiciada, nerviosa y de verborrea hiperactiva sobre su fallida relación. Tanto es esto así que el resto de las chicas acaban por decirle que deje de hablar de él, y que si tanto lo necesita vaya a terapia. Una vez allí comienza con un "mis amigas no me soportan más".

Esto me suena.

Podemos citar a una Carry acabada, sentada en la cama, portátil delante, cigarro en mano."A veces me pregunto si realmente había estado enamorada o si era adicta al dolor, al exquisito dolor de querer a alguien tan inalcanzable".

Sabía que este personaje era todo un ídolo. La moda, la escritura y el dolor. Es una mezcla de todo lo que en cierta manera siempre me he sentido, valga la redundancia, ser.










10.10.11

Redundancias comunes.

El círculo de locura enervante, intensa, transitoria y tan constante, de 0 a 2pi, y vuelta a empezar. Pasando otra vez por lo mismo, lo de siempre. Fingiendo que no cansa, que tiene que ser así.  El ser humano es el único animal capaz de tropezar dos veces con la misma piedra, o veces infinitas, con piedras tan cómodas, tan ilusoriamente bonitas. ¿Qué vas a decir? ¿Ya está? ¿Esta es la última vez? ¿Se acabó? ¿Adiós? Es ingenuo. Leete. Vuélvete a leer. Abúrrete de ver siempre lo mismo. ¿Quién te va a coronar en la monotonía de esta mediocridad? Puede que una vez estuviera bien. Puede que hubiera alguna vez, algún principio, fuera del círculo. El camino recto que se fue haciendo eterno. ¿Cómo te has podido perder? Peor aún, ¿cómo vas a retroceder? Está oscuro. Está frío. Está roto. Estremece. Hiere. Todo lo que puede hacer es nocivo, y sin embargo, que fácil embarcarse en esta aventura pro-masoquismo.

¿Es vergüenza? Tal vez ya sea lo que quede por sentir, y lo primero que se debería haber sentido. La inmadurez crónica que produce esta asociación de casos con gustos no cumplidos. Se que estoy cansada de repetirlo, pero ya está. Culmen del patetismo, y fin de del sin sentido. Recaídas cuando se rompan las alas, pero porque haberlas haya. 

Te pierdes.



Te vuelves, triste o felizmente, loca.

Vuelas.

Y hasta donde quieras...



3.10.11

Seriously.

A veces hace falta un poco de realidad. Tanta fantasía de esa como se llame no es nada buena. La cabeza en las nubes, y los pies como si no existieran. Una pena que cuando abres los ojos esa nada, es solo tierra.