ET DIXI: NUNC COEPI.

31.10.11

¿?

Como me gusta cometer los mismos errores, se dijo a sí misma, cuando me doy cuenta, he caído. Esa verborrea compulsiva. Esa sonrisa de tonta. Aún a sabiendas de que lo mejor es quedarse callada, que el silencio nunca estropea nada, soy incapaz de no pronunciar palabra. Será absurdo, pero ha pasado tantas veces que mentarlo, hace que sea falso. Ojalá tuviera la capacidad de no arañarlo, pero esos rasguños soy yo, y todo lo que me he inventado. No sé a que estoy jugando. A hacer de algo bonito, algo extraño. No sé a que estoy jugando. A hacer de tonterías realidades de mentira. Se me escapa de las manos, será que nunca lo he agarrado. Sostén fuerte mi cabeza, y dale al pause de mi imaginación. Anula las esperanzas, y asimila que los sueños, sueños son. Repites trabalenguas absurdos, que nunca traban de verdad, tú sigues siendo (in)capaz. ¿A qué juegas? ¿A tabús de mentira y obsesiones compulsivas?

Seguía su discurso. ¿Sabes cuál es el problema? No sé estar parada y ser feliz como cualquiera. Me encanta hacer de lo sencillo una construcción difícil. Llegar a paradojas que no sean otra cosa que imposibles. Esto me pasa por no hacer guías, no hacer planos, y dejarme a mi mente el juego de ir al grano. Construyó laberintos para perderme en ellos. ¿Para qué quiero caminos si luego les gusta esconderse y hacerme perder el sentido?

Está bien. No, no lo sé. Querer o no querer. Poder o no poder. Que dependa de ti, o que no tenga nada que ver. Que emborrones lo puro con esa necedad demasié. ¿A qué estás jugando? ¿A romper platos, esconder piedras y tirar manos?

La cordura nunca fue su fuerte, pero uno se agobia, cuando la locura no se evapora, solo se transforma.





No hay comentarios:

Publicar un comentario