ET DIXI: NUNC COEPI.

2.2.13

Cuando trasladaba la idea del vacío al hueco de su cama, qué repulsiva la maldita cama a las dos de la mañana.

Este insomnio incontrolado desde que se hizo necesario estirar el hueco y el espacio.
¿Quién hizo? ¿Qué hizo? Sujeto en primera persona singular.

Qué especial. Qué ESPECIAL.
Tanto.

Vaya excepcional felicidad, calma, alegría, paz, sosiego, vaya excepcionalidad la suya.

Tanta, que qué odioso el hueco, el espacio, el necesario, el absurdo, el imbécil, el tonto, el roto, el descosido, el descarrilamiento mental que fluctúa y vaga por parajes hostiles llenos de espejismos de la realidad que hay al coger carrerilla y saltar los huecos, saltar el espacio, odiosos todos.

Odiosos los brincos del pecho, el frío en la cabeza, sí, el frío de los nervios, de la incertidumbre, el anhelo, la necesidad.

¡Qué pares de dar saltitos! ¡Qué sí! ¡Qué ya se que el oxígeno no te llega bien! ¿Y qué quieres? ¿Yo? Ah, claro, que es mi culpa... No me lo recuerdes, que no se me olvida, tú solo para un rato de dar esos brincos, deja de estar nervioso. Todos sabemos que pasará, pasará... Es el funcionamiento típico de la vida, aparece en las películas, en los libros, en las vidas de los demás, en tus propias experiencias pasadas, y pasará.

¿Te he convencido? Al menos has disminuido un poco la frecuencia.

¡Eh! Si lo estabas haciendo bien...

En fin.

Y mientras pasa, pasan los segundo como horas. Y mientras pasa, hay tormentas secuenciales y periódicas que suben y bajan en los altibajos de la espera.

El bote colmado de la impaciente paciencia, que está de rodillas y suplicando al tiempo que deje de fluir despacio, no están los saltitos para soportar más la ausencia de sus labios.

Sin embargo, la paciencia, en su vestigio de lucidez cubre con un halo de esperanza el 'im'.

Pasará, y pasará con el roce de sus labios, en el abrigo inmenso de sus brazos.

No, pequeños, no. Ahora no. Sin secuencia ni periodo, ahora no. No veo bien.

Vamos a jugar a ensayar la introspección que pule las piedras del camino del yo, así, hasta ser su perfección.

El ambiente se está llenando de emoción. Es que empieza el ciclo, ¿sabes? Ahora sobrescribes con más significados lo que comenzaste a construir tiempo a.

El sabor de una cerveza, la frescura de la cercanía al río, el frío del metal bajo los vaqueros, la delicadeza adictiva del beso, la inocencia de las risas, lo bonita que es su voz, la grandeza de ver su sonrisa, el tacto piel con piel, mano con mano, y después todo lo demás.

Los saltitos casi que han recobrado su paz. 
El casi desaparece al contacto directo con su ESPECIAL.