ET DIXI: NUNC COEPI.

28.2.11

Lágrimas para llorar solo cuando valga la pena.

Si te dicen que escribas un cuento al revés, una historia, así, de aliento, de estas que te dan fuerzas y esperanzas de las que nunca esperas tener. Como tiene que terminar dicha historia… estaría bien con un “y descubrió que no le necesitaba, que podía ser feliz, escribir caminos, deshacer senderos, soñar, vivir, sin él. Sin él porque, sencillamente, nunca le había querido. Porque era tan simple como que no era una cuestión de fácil o difícil, era un imposible. Dos caminos que se cruzan pero no se cortan”.

Perdón. No era el final del cuento…

Y sonrió. Este era su momento de lucidez emocional, y cegarse de nuevo, no le impediría levantarse y aprender. Al fin y al cabo la verdad, esa ya la sabía.


Lágrimas, dice Sabina, una canción, para llorar solo cuando valga la pena.

11.2.11

Cuando no queremos ser como los demás.

Grandes pensadores, grandes ideologías trasmiten sin cesar eso de ‘todos somos especiales’. Mejor que nos lo creamos, que lo pensemos. Esa idea ha de hacernos felices, ha de hacernos sumisos a la realidad, porque bueno, somos especiales…

Que te califiquen con este adjetivo a veces es bueno, a veces es malo. Te hace sentir diferente, pero no dejas de ser mediocre, pues tú eres especial para alguien, alguienES, pero todo el mundo lo es para sí, para los demás, pero lo es. Todos somos entrañables, porque somos únicos. Por ser más fuertes, más valientes, decididos, vivos, felices, inteligentes, sensibles, humanos, idealistas, artistas, pobres, avaros, tontos, inocentes, débiles, criticones, interesantes de cualquier manera. Siempre habrá quien nos odie, y siempre habrá quien nos ame (gran problema el poder o no devolver ese amor).

Estaba escuchando esa canción de pereza, ‘no queremos ser como los demás’, que dice algo así como ‘la mierda, lo cierto, nos une un poco más’. Es que sin más, cómo haber podido pensar que eras especial si todos lo piensan de sí mismos. Es más simple que eso, todos somos diferentes, pero a la vez iguales. Nadie se termina saliendo del planing establecido. Qué canon social más divertido. Estudio, trabajo, dinero, consumismo, poco pensar, mucho vivir sin vivir.

La cuestión este quizás en la complejidad de unos frente a la aparente simplicidad de otros. Personalmente, aunque solo a veces, creo que poca gente se para a pensar tanto como yo en esto, en cualquier cosa, cualquier tópico, idea absurda, a describir sin cesar mínimos detalles, a fijarte de forma selectiva en lo que te da la gana, en pasar de cualquier cosa, pensar que no eres feliz con nada, o creer que lo eres con todo, engañarse y desengañarse, descubrir dolor, sin creer que apenas estés rozando el mínimo umbral, en sentir creyendo que eso es lo mínimo que se despacha, a vivir pensando en que tienes una grandísima intensidad por descubrir y que te retas, ¿capaz o incapaz de lograr llenar tu alma con toda la intensidad que supone vivir? Pero claro, yo humana, tengo los mismos elementos físicos, químicos, biológicos o psicológicos que cualquiera, nadie puede ser más simple, todo el mundo ha de esconder algo en su interior, algo que algunos, los aparentemente complejos mostramos sin más, y otros, los aparentemente simples se tragan. Al final, somos todos exactamente iguales, no queremos ser como los demás, pero mala suerte amigo. Eso sí, especiales. Somos muy especiales.

Capaces de lo que se nos ponga por delante. Capaces de reaccionar de mil maneras diferentes ante una misma situación. Capaces de morir por una causa, o de correr porque no vale la pena. Capaces de llorar. Capaces de reír. De amar, de soñar. De tener miedo, de sentir escalofríos que recorren todo el cuerpo. Capaces de sentir un inmenso placer, y de ahogarnos en profundo dolor. Capaces de construir y destruir. De manipular, engañar, romper, matar. Capaces de dar, regalar o besar. Capaces de crear un mundo dentro de otro mundo. De construir realidades paralelas, historias dentro de historias. Capaces de escribir, decir o cantar las más bellas palabras, o las más ingratas. Capaces simplemente de jugar con ellas, de haberlas hecho nacer, y formar parte de todo. Capaces de romper el silencio con energía, ritmo, sentimiento. Capaces de hacer nuestro el mar. Capaces de hacer nuestro el cielo. ¿Cómo vamos a ser como los demás? Capaces de ser arte. Somos arte.

http://www.youtube.com/watch?v=vuE5bciVDT0

Anyway.

Queridas personas especiales del mundo, queda claro que somos todos, es una enorme pena para mí saber que estas pequeñas ovejitas apenas se dignan a sacar los pies del plato. Pero no se puede pensar que yo me sienta mejor en ese aspecto, que tengo el defecto de ser tan cobarde que tampoco lo hago. Aunque claro está, sin querer justificarme a mí, o nadie que lo haya intentado, que el mundo tiene alrededor de ti un inmenso muro de metacrilato: que quede claro, la libertad se mira, pero no se toca.