ET DIXI: NUNC COEPI.

28.2.11

Lágrimas para llorar solo cuando valga la pena.

Si te dicen que escribas un cuento al revés, una historia, así, de aliento, de estas que te dan fuerzas y esperanzas de las que nunca esperas tener. Como tiene que terminar dicha historia… estaría bien con un “y descubrió que no le necesitaba, que podía ser feliz, escribir caminos, deshacer senderos, soñar, vivir, sin él. Sin él porque, sencillamente, nunca le había querido. Porque era tan simple como que no era una cuestión de fácil o difícil, era un imposible. Dos caminos que se cruzan pero no se cortan”.

Perdón. No era el final del cuento…

Y sonrió. Este era su momento de lucidez emocional, y cegarse de nuevo, no le impediría levantarse y aprender. Al fin y al cabo la verdad, esa ya la sabía.


Lágrimas, dice Sabina, una canción, para llorar solo cuando valga la pena.

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