ET DIXI: NUNC COEPI.

5.8.11

Manuela Martínez Aguirre.

De repente, ha pasado un año, que digo un año, más. ¿Lo dejamos en casi dos? Un tiempo que ha sido increíble. Un tiempo en el que hemos compartido mil historias, risas, anécdotas, llantos, películas. Un tiempo en el que nos hemos vuelto locas, la una a la otra, quizá yo mucho más a ti que tú a mi, pero se que me quieres de todas formas, que me perdonas por no cerrar la boca y volverme egocéntrica, petarda y tonta. Sé que vas a echar de menos oírme contando al detalle cada absurda tontería, que vas a extrañar mucho no verme cada viernes, cada sábado, beber cerveza, tinto, no hacernos caso y después irnos a contarnos todo lo que ha pasado al baño. Echarás mucho de menos un beso mío o un abrazo, que los que doy son muy escasos. Echarás de menos una bordería para gritarnos. Además terminarás viendo La boda de mi mejor amigo cada rato, porque finalmente yo veré El señor de los anillos. También querrás enseñarme canciones y que yo te las copie y las ponga de estado, o de tablón. Querrás que critique a cualquier tío que te guste, o que te de el visto bueno solo de alguno de ellos. Querrás que nos riamos juntas, que te insista pidiéndote fotos que nunca te haces, que te baile como tendiendo la ropa, y te lloré a lágrima viva cada dos por tres. Y sé que querrás todo eso, y que echarás de menos tantas cosas porque yo ya las extraño, que es pensarlo y que se me olvide sonreír. Has sido muy mala haciendo que me acostumbre a ti. ¿Qué voy hacer contigo lejos? ¿A quién voy a tener la ilusión de ver cada fin de semana? Sé que solo han sido estos apenas dos años, pero estaba predestinado, que del odio al amor hay solo un paso, y como tanto me odiabas, ahora nos queremos todo ese tanto. Siempre lo hemos dicho, es una suerte conocer a gente con la que conectas desde el principio. Y para mi ha sido una gran suerte haberte tenido a mi lado, que hayas compartido todo conmigo, y que me hayas permitido desvariar, y más, que hayas desvariado conmigo. Que creo que me da tanto pánico cambiar de aires solo por dejar atrás el mejor momento que hasta ahora he vivido, y del que tu conformas una gran parte. Pero nunca será un adiós, solo un me tienes aquí para siempre...

Y mírate al espejo, y sonríete, como solo tú haces, porque lo de llorar no merece la pena, y sigue con la vista fija en ti para que veas lo grande que eres, todo lo que tienes, todo lo que puedes dar, y todo lo que te mereces. Para que veas a la Manuela mayor de edad, que ahora es un poquito mejor que la que tenía los simples diecisiete, y un poquito peor que la de los diecinueve. Una Manuela a la que le queda mucho por vivir y descubrir, y una Manuela que nunca dejará de contarme lo feliz que está siendo, porque solo así me hará feliz a mí. 

El año que viene vamos a estar, según google maps, a una mínima distancia de 859 km, pero no es tan verdad, porque como se me da bien eso de no parar de hablar tendré a mi amiga Manuela todo el día en la boca, y siempre tendrá un lugar preferente en la lista de personas con las que compartir alegrías y ganas de llorar.

Me queda decirte un gran felicidades, pero como sabes que me va eso del drama y la nostalgia, tenía que decirte todo esto antes. Pero ahora cambio de registro, y te digo que aproveches el cambio, que disfrutes muchísimo, que te encante lo que estudies el año que viene, que conozcas a mucha gente que te quiera tanto como los que nos quedamos por aquí y que te brillen los ojos cada vez que me cuentes tus aventuras por tierras lejanas, pero eso si, no dejes nunca de echarme de menos, porque yo desde aquí nunca voy a poder dejar de hacerlo.


PD. ¿Sabes que pienso hacer una de esas escenas de aeropuerto, donde el protagonista se va a perseguir al amor de su vida, tarde, porque se ha dado cuenta en ese mismo instante de que es la persona adecuada? Así que no te sorprendas mucho si me ves por allí en septiembre.








Te quiere muchísimo, Natalí.


No hay comentarios:

Publicar un comentario