ET DIXI: NUNC COEPI.

24.8.12

We Nous Noi Wir

Cohibida por cierta decepción, y un poco de dolor, tal vez desilusión, volvía a sentir esa añoranza, esa que era imposible dejar de sentir, pero que a veces maquillaba de exasperación, y hacía difusa. 
Al fin y al cabo, todo queda en nada cuando lo quieres todo, cuando lo necesitas todo.
Un hueco en su garganta, en sus intenciones y en su fuerza le hacían acallar palabras que por dentro revolvían su cabeza, revolvían completamente todo lo que era ella.
Qué sensación tan fuerte era esa nostalgia, tan tenaz, tan persistente. Se cuestionaba si el silencio era ser fuerte, y volvían a inundar sus pensamientos esos gramos de decepción que la invitaban a restar realidad a su pretensión.
No es que aquello fuera tener razón, pues su puerta estaba abierta, de par en par, a la paz, la reconciliación. De hecho, llegados a este punto, ese era sencillamente su mayor anhelo.
Pero, como siempre, un pero, había perdido la fe en su forma de afrontar lo que pasaba. Los reproches no cambian, por tanto, algo no estaba bien. Intentaba armarse de una paciencia que no llenaba ni un retazo de sí misma.
Un consuelo llenaba los vestigios de su felicidad, la felicidad de sus recuerdos, con la certeza de que esta situación tenía fecha de caducidad. Romperían el desencuentro con el torrente que llevaban dentro.


Se llama amor, y hoy he leído en una foto "what come easy won't last, what last won't come easy", y la única certeza aquí es ese last, will last.



WE NOUS NOI WIR      
y todas esas formas de poner un sujeto a nuestra vida.




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