ET DIXI: NUNC COEPI.

22.5.11

Días de no hacer nada.

Reflexión 1

La desorientación vital del adolescente no puedo llegar a decir hasta que punto es una de las peores cosas de la vida, porque tristemente sigo aquí, pero puedo asegurar que es altamente nociva. ¿Qué recodaré estos años como los mejores? Ni si quiera lo pongo en duda. Si pararía el tiempo en este instante, o puede que un par de días atrás y me quedaría allí, estancada, de forma indefinida. Sin embargo, pasa lo contrario. Los minutos se aceleran descontroladamente, ¿en serio siguen teniendo sesenta segundos? Esta desagradable sensación de inmediata exigencia, de obligación. Haz. Decide. Sigue. No quiero. De verdad, no puedo. Es superior a mi. Como tantas otras cosas. Como Camaron y la fuerza que me lleva en el pulso que mantengo con la oscuridad que tiñen de oscuro unos ojos negros...

Suspiro. Siempre lo hago. Es la señal de que no puedo más. Esa, y soltar un estoy harta. Es que esto es todo. La decisión en ciernes. El miedo. El refugio que no refugia. La cárcel social. La esclavitud económica. La esclavitud moral. Lo amoral de mi relación conmigo misma. Lo amoral de ser yo. Lo insoportable que me vuelvo. El caos que implico y me implico. El pánico a lo estable y el terror a lo inestable. Estar en el limbo en todos y cada uno de lo ámbitos de esta perra vida. Lo fría y marmórea que me siento...


Cavilación 2

Después esa cuestión de la presencia o carencia de virtudes. Entre todo lo que se puede hacer solo hay una cosa que se me de bien. Mientras unos son artístas, hacen música, componen, trasmiten, otros pintan, dibujan, diseñan, construyen, crean. Unos maquinan y estructuran el mundo. Otro tantos son fuertes, valientes, luchadores. Otros matématicos, físicos, justicieros defensores, mentes prodigiosas, dotados en las artes del mundo, capaces de desarrollar todo lo que aquí hace falta. Hay quienes idean, quienes desarrollan, quienes hacen. Muchos tipos de personas. Muchos tipos de valores, virtudes y capacidades. Después considero que aparezco yo. En mi rincón pequeño y minúsculo, lleno de telarañas y restos de chocolate. Yo que lo único que hago es darle vueltas a todo, enrevesar las cosas, hacer inchorente lo coherente, racionalizar la imaginación y romper la realidad en fantasías macabras y rocambolescas. Complicar las cosas. Podemos definirlo y resumirlo en pensar de una forma oscura y retorcida, cuyas consecuencias bilaterales se recogen en sufrimiento propio y sufrimiento ajeno. Propio porque no hay otra forma de interpretarse uno mismo en su circunstancial miseria. Ajeno por contaminar alegrías, felicidad y sueños de los demás, por querer arrastrarlos aquí, donde no hay luz que valga.

Ser tan insoportable como inevitable. Ser una voz constante y vacía.


Conclusión 3

Ese esfuerzo inhumano que hacemos por mantener nuestra felicidad en un auge castastrófico y esperanzador. Como si fuera posible negar y anular la parte de la vida que tan envolvente resulta, dolor y miseria. Como si fuera posible. Vivir engañándonos. Vivir en la ilusión de una falsa esperanza, y una vez descubres su absoluta carencia de veracidad, morir lenta y sufridamente sumidos en un completo desengaño.




1 comentario:

  1. Me he topado casi por casualidad con este blog. He de admitir que todo esto está teñido por ese color gris que imprimes a tus palabras. Tu capacidad de enrevesar la realidad hasta límites insospechados es lo que me ha llevado a sumergirme en la lectura de reflexiones y cavilaciones varias. Quizás sea porque no están muy lejos de las mías.
    Un placer toparme contigo :)

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