ET DIXI: NUNC COEPI.

3.9.11

13, 1-13

Curiosamente todo suena mejor de forma epistolar, con un tú detrás de las palabras. Un destino que les de seguridad y firmeza. 

Puedo tratar de hacer eso. Pongamos el ejemplo de algo conocido, la carta de Pablo a los Corintios. Perdonad si no pongo el "San", pero nunca me ha ido eso de creer en Dios, y me siento más cómoda con un trato más informal, más de estar por casa. Bien, pues Pablo, o Saulo, es un iluminado más. Un día te encuentras luchando contra ellos, y al otro te unes a sus filas. Ya me gustaría a mí tener una visión de esas que te dejan todo tan claro como el agua. O lo más sorprendente, que te hacen cambiar así, radicalmente, de un extremo a otro. Aunque en este caso, y en muchos, siempre nos quedará la duda, ¿ficción literaria o realidad? No puedo evitarlo, es mi cerebro y su deseo de permanecer en un punto de ausencia de certezas. Finalmente, lo único que me veo capaz de afirmar es que alguna persona, que pudo ser este fiel nuevo cristiano, o cualquier anónimo de la historia de la humanidad, escribió unas palabras que resonaran en cada cabeza. Y lo digo por las raices cristianas de la cultura occidental y nuestra tendencia a seguir realizando el sacramente del matrimonio, una misa, y una lectura del Nuevo Testamento, capítulo 13, versículos del 1 al 13, la susodicha carta de San Pablo a los Corintios. A muchos nos parece ridículo, la fe no esta muy de moda últimamente, más bien demodé, y ni las Jornadas Mundiales de la Juventud la van a lograr salvar, con el pesar de muchos, y la indiferencia de la mayoría. Sin embargo, nuestro amigo Saulo, o nuestro amigo el creador de la historia de Saulo, llenó la Bíblia de esa palabra clave, esa que sí que es Dios de la humanidad entera, amor.

Seguro que si te digo "El amor es paciente, el amor es servicial; no es envidioso, no hace alarde..." ya sabes de que hablo. Porque bueno, ya se sabe, all you need is love, cantan los Beatles. Porque hasta el gracioso doblaje de Hugh Grant en Love actually deja claro, desde el principio que "si lo buscais, tengo la extraña sensación de que el amor, en realidad, está en todas partes". Incluso Liz Gilbert en su Eat Pray Love añade anécdoticamente que cuando una psicóloga amiga suya tuvo que trabajar tratando a unos refugiados camboyanos la principal preocupación de estos se basaba en "conocí a un chico, me dejó por otra, aún le quiero...". Somos, sorprendemente así.

Que mayor acto de fe, por tanto, que tener esperanza, y creer en el amor. Que mayor acto de fe que creer en su poder de creación, y de destrucción. Puede que parezca que los actos somos nosotros, pero siempre es él.


"Aún no tengo claro si lo he asimilado. Si es paciente o sevicial. Si es simplemente real. Si cada vez que termina es inercia o un tremendo estado natural. "Me da igual" parecen palabras fuertes, poco sinceras, aunque a ratos tan verdaderas como cualquier otras. Sí. No. Eso es realmente lo que da igual, cuando el caso se plantea con tal inverosimilidad. I am OK, if you're great. That's absolutely all."




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