ET DIXI: NUNC COEPI.

14.9.11

Anyway.

Sé que no importa. Es mi lado más consciente el que ya sabe lo que hay. El que sabe a que achacar cada cosa. El que está cansado de lo rutinario. El que espera encontrar pronto un algo más. Las épocas de transición deben ser siempre así de intrigantes, y también melancólicas. Hasta que la balanza cede a ese impulso de querer conocer el futuro frente a toda la agonía que dejo el pasado, o todos los buenos ratos. Hasta ese entonces, todavía la inercia sigue jugando malas pasadas. Aún cuando sabes que da igual, y sabes que se acabó, cualquier pequeño nexo hace que lo recuerdes todo. La manía humana del "el otro día", que son dos años, aparece también en tu cabecita, para exclusivo deleite de uno mismo. ¿Es miedo el bucle que no permite terminar de cruzar el límite? Y aunque fuera miedo, el refugio en lo malo conocido postergando lo bueno por conocer, ¿es justo? La clave podría ser aceptar cómo ha pasado el tiempo, sonreirle y dejarlo ir. Adiós es una palabra muy común en el día a día, y muchas veces resulta más placentera que un hola. ¿Por qué es tan difícil decir adiós ahora?

Números que matan, dichosa capacidad de asociación y dichosa, caprichosa y cerda memoria selectiva.


Cerca del final, donde todo empieza.



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XLIX

Alguna vez la encuentro por el mundo 
Y pasa junto a mí;
Y pasa sonriéndose, y yo digo:
-¿Cómo puede reír?

Luego asoma a mi labio otra sonrisa
Máscara del dolor,
Y entonces pienso: -¡Acaso ella se ríe
Como me río yo!



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