ET DIXI: NUNC COEPI.

10.4.11

La vie en rose.

Vaya. Sorprendentemente después de la tormenta es cierto que viene la calma. Nadie sabe cuanto dura o con que fuerza puede llegar a volver todo lo demás, pero también es verdad que ahora da igual. El equilibrio es genial. Estar por un momento en paz con el mundo. Tregua con esa maraña de acontecimientos y pensamientos venenosos. A veces viene tan bien que todo cobre sentido. Ese momento en el que sonries y lo entiendes. En el que dejas de arrepentirte, lamentarte, desear algo distinto.
Todo es perfectamente imperfecto, ¿qué más se puede pedir?

"Bajando por el camino. El de siempre. El típico paseo. Esta vez sola. Ahora en primavera. Aunque son las siete de esta tarde que parece no acabar el sol sigue brillando reluciente. El verde resplance en cada rincón, y un azul intenso y ondulante inunda la imagen. La brisa hace respirar calma. Mi pelo y su vaivén, es agradable sentirlo. Caricias del viento. La mente se relaja. Se queda en blanco y apenas vuelve a cambiar de color..."






No obstante, el equilibrio ha de ser siempre momentáneo, pues el caos espera impaciente darte esos intensos momentos. Sí, esos momentos que comúnmente llamamos vida.

 

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