ET DIXI: NUNC COEPI.

15.1.13

Más, mucho más.

He crecido soñando que me pinchaban tus espinas, y que esa era la sensación más dulce del mundo. Sólo que no sabía quien eras tú, y sin saberlo me quedé hasta estar tan enredada como para no saber salir, saber, saber, querer, hasta estar colapsada de la intensidad de ese dulzor. Y tan a gusto. No tiene sentido el movimiento más allá de tus raíces, allí están implantadas las mías.

Simplemente es curioso, sí, ese paso inconsciente del anonimato al nombre propio. Ese que suma veinte, o  a veces coincide en siete, se relaciona con nueve, o puede que con dos. Sumas singulares. Singular de única.

Me gusta haberme dado cuenta. Me gusta que ahora el soñar sea en color. Me gusta que no haya píxeles, que cuando camino se haga todo tangible. Sí, me gustan los pasos entre tus espinas y tu dulzor, en los que mi cabeza, en blanco de sueños mejores que su realidad, ve pasar una línea negra. Times New Romans, negrita. 'Jamás lo habría imaginado'

Entonces en un día cualquiera, muchos días cualesquiera en realidad, aunque hoy solo sea uno más, lo descuelgas de la pared, lo ojeas, lo lees, lo completas, vuelves a pensar ese 'jamás lo habría imaginado' de la primera vez.

¿Cómo lo describiría? Te sientes feliz, afortunada, cómoda, completa. Y entre muchas concesiones a la razón de esas frases que lees, decides centrarte hoy concretamente en una. Qué guionistas más listos. Tanto, que pongo trazas de mi felicidad en sus palabras.

-¿Esto es lo que esperabas?
-No, es más, mucho más.


¿Podría ser más justa la realidad en este instante? Tal vez nunca debería haber somier, ni tampoco orden en esa cama, ni hueco más que para acurrucarme en un rincón.
Pero como todavía no se puede parar el tiempo, creo que, dentro de la dificultad y la anomalía de lo que voy a decir, no tengo quejas, todo lo contrario. Todo esto es más, mucho más.




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